Quiero dedicar este reportaje a mi hermana que cada vez que pasa al lado de un cortijo en ruinas siente la llamada de los duendes que lo habitan, quienes le cuentan la historia real o imaginaria del lugar, algo a lo que naturalmente, le resulta imposible resistirse.
En muchos lugares existen arquitecturas que el descuido del hombre ha convertido en ruinas y que la fuerza transformadora de la naturaleza se ha encargado de moldear como esculturas del tiempo.