Entré en la Dehesa de Castilsera desde Almadenejos, con idea de llegar al Embalse de la Peña del Gato o Embalse de Alamillo.
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Nada más cruzar los postes indicadores de estar en Castilseras, vi un grupo de moginos o rabilargos, uno de ellos estaba picoteando una mantis, a la que no le resultó fácil dominar.
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Continué con el coche, desde el que pude fotografiar al alcaudón común y a la tórtola europea.
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Dejé el coche al llegar al río Alcudia y comencé a caminar en dirección al embalse, no llevaba mucho trayecto cuando salió un grupo de ciervas que subían entre las encinas, seguramente después de haber estado aprovechar el verdor del río.
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Las libélulas anunciaban el agua, pero lo cierto es que el verano reducía su presencia a pequeños estanques.
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Me detuve un rato en uno de ellos para ver si se acercaba algún visitante.
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Allí puede ver a un joven mirlo alimentándose de caracolillos y otros insectos dentro del agua, mientras, un pequeño galápago tomaba el sol.
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Por fin llegué a la presa.
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Detrás de ella, el agua acumulada era responsable de un espectáculo totalmente distinto.
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Ya lo dijo el sabio griego Tales de Mileto: «El agua es el principio de todas las cosas».
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En estas aguas se refugiaban, entre otras muchas criaturas, garzas y zampullines.
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Con las fotografías de esta garceta grande os dejo.
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Saludos y hasta otra.
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