Los petirrojos, esas avecillas que nos observan sin reparo llenas de curiosidad, tienen una vida muy corta.
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Es raro que superen los dos años, siendo la media de unos 13 meses, ya que su mortalidad es muy elevada.
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Esta alta mortalidad es debida a la inexperiencia de los jóvenes y a la gran depredación que sufren junto a los adultos.
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De una forma fantasiosa podemos achacar su interés por todo lo que les rodea, incluidos nosotros mismos, a que quiere aprovechar al máximo su corta vida.
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Pero dejando el romanticismo y haciendo caso a datos más científicos, sabemos que su forma de actuar se debe a que es una especie muy territorial, por lo que siempre quieren saber quien se encuentra en sus dominios.
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Este instinto de territorialidad no sólo lo poseen los machos, las hembras muestran igualmente esta característica.
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El petirrojo suele hacer dos puestas anuales, cuyo número varía entre 5 y 7 huevos, en menos de dos semanas saldrán los pollos que tras dos semanas más abandonarán el nido y comenzaran a volar.
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Como podemos ver todo es muy rápido en la vida de estas alegres y curiosas avecillas, a pesar de todo, su población es abundante y se mantiene sin ningún tipo de riesgo.
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Si quieres saber más sobre el petirrojo sólo tienes que «pinchar» aquí.
Y termino con este pequeño vídeo:
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Hasta pronto, salud.
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