Aproximadamente a un par de kilómetros de Chillón (Ciudad Real) en dirección a Badajoz, nos encontramos con el Camino de la Asperillas que forma parte de la Ruta de las Fuentes.
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Dejé el coche en el cruce de dicho Camino con el Camino de la Solana de la Ronca con idea dar un paseo por la zona.
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Enseguida me sorprendieron los numerosos rosales silvestres que hay en las orillas del que creo se conoce como arroyo de las Asperillas.
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Pude fotografiar al ruiseñor, al alcaudón y un poco más alejado, en unos peñones, se dejó ver un roquero solitario.
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No pude dejar de fotografiar a esta yegua que sorprendentemente había parido dos bonitos mellizos.
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Las rosas caninas o rosas silvestres son originales de Europa y Asia aunque ya se encuentran introducidas en todos los continentes.
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Su valor curativo es muy conocido y antiguo, ya Carlomagno se aseguró de que las cultivasen en sus campos junto a otras hiervas medicinales.

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De este espinoso arbusto se aprovechaba todo, los pétalos para hacer agua de rosas, su fruto (el escaramujo) es rico en vitamina C y con el se preparaban mermeladas, e incluso con sus raíces y hojas se hacían infusiones antidiarreicas.

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Es una planta poco delicada, podemos verla en terrenos montañosos, sotobosques e incluso en tierras salinas, además aunque prefiere climas templados es resistente al frio.
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Ya os dejo con esta rosa en la que descansaba una araña cangrejo y pronto os mostraré otros insectos que vi en las Asperillas de Chillón.
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Salud y hasta pronto.
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