Todas los años la terraza se adorna con la presencia de las golondrinas.
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Sus vuelos y sus cantos forman una metódica coreografía digna de apreciar.
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La llegada de estas aves es uno de los signo más característicos de que llega la primavera.
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Las golondrinas son unas habilidosas cazadoras que pueden llegan a consumir más de 800 insectos al día.
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Los tendederos de la ropa y los cables de electricidad son los posaderos que utilizan en la terraza para descansar y socializar.
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He podido diferenciar dos especies: la golondrina común y la golondrina dáurica.
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Estas dos especies las podemos diferenciar porque la común tiene un babero rojizo…
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…mientras la daúrica no posee este babero, siendo su nuca y el ovispillo (parte de la espalda pegada a la cola) donde luce el color rojizo.
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Debido a la gran estima de que gozan las golondrinas, son aves que no recelan excesivamente del ser humano por lo que su observación no es complicada.
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Sobre todo cuando los pollos criados ese año comienzan a realizar sus primeros vuelos.
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Estando sentado en la terraza, han llegado a posarse a 2 o 3 m de mi en alguno de sus posaderos, mirándome con curiosidad desde ellos, también es cierto que al menor de mis movimientos han remontado de nuevo el vuelo.
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Salud y hasta el próximo reportaje.
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Viendo la primavera desde la terraza
Puestas de sol desde la terraza
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