Galileo Galilei que entre otras materias dominaba la astronomía y las matemáticas dijo: «El universo está escrito en el lenguaje de las matemáticas, y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas».
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Siempre hemos escuchado decir que la naturaleza es sabia, esta afirmación no es sólo una frase bonita, sino que es una frase literalmente real.
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El ser humano utiliza las matemáticas desde hace unos cientos de años pero las plantas las utilizan hace millones.
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Ese evidente que aunque creamos lo contrario son ellas, las plantas, las más sabias en esta materia.
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Su evolución es tal que incluso tienen incorporada las matemáticas en su genética, utilizándola de forma totalmente natural.
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Uno de los principios matemáticos utilizados por las plantas es el de la matemática fractal, descubierta por Benoit Mandelbrot. Un fractal es un patrón geométrico que se copia a si mismo para crear formas aparentemente irregulares pero que siguen una «regularidad» regida por la sucesión de Fibonacci.
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La sucesión de Fibonacci se obtiene al ir sumando el resultado de la última operación con el mayor sumando, así parece complicado pero es tan sencillo como esto: 0+1=1, 1+1= 2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8, 5+8=13….
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Esta sucesión es seguida entre otros casos por las ramas de los árboles y por los pétalos de las flores.
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Lógicamente esto no es así por puro capricho, estos patrones geométricos son muy prácticos a la hora de aumentar una superficie útil sin aumentar mucho el volumen.
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Otro principio matemático utilizado por las plantas es el número de oro o numero Phi (φ) que es una proporción que se repite muchísimo en la naturaleza. No confundir con Pi (π =3,1416).
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Por otra parte, investigadores de la Universidad de Utah han observado como diferentes partes de las hojas toman información y la van pasando de célula en célula con el fin de consumir CO2 y agua o por el contrario liberar oxígeno y para ello siguen un complejo método informático conocido como computación distribuida.
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Aún hay más, durante la noche las plantas no pueden realizar la fotosíntesis, por lo tanto no pueden producir los azucares y el almidón que necesitan. En el Centro John Innes de Norwich (Inglaterra) han descubierto como las plantas calculan la cantidad de almidón y azucares que pueden consumir durante la noche para que al llegar el día les quede un 5% de sus reservas.
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Los científicos cambiaron artificialmente la duración de las noches, es decir, de la luz, pero las plantas reaccionaron dejando siempre un 5% de sus reservas con independencia de que la luz durara 8 o 16 horas. Así pues las plantas «calcularon» el consumo que podían hacer en relación a las horas que iba a durar la noche y siempre al llegar el día tenían ese 5% en reserva.
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Hasta pronto, un saludo.
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Hola Antonio,
Interesante post (como todos) y esta vez mezclando las matemáticas con la Naturaleza que parece ,a veces, que sean cosas que no tengan casi nada que ver, a no ser que alguien como tu lo explique.
Me ha gustado mucho y es muy curioso.
Y nosotros que las vemos ahí todas tranquilas y sin decir nada y son más sabias de lo que nos parece.
Un abrazo!
Comentario por Rafa — 21 marzo, 2020 @ 18:57