Almadén se transforma con las últimas luces del día, sus calles se oscurecen mientras el cielo comienza una más de sus rutinarias metamorfosis.
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Las siluetas de edificaciones inconfundibles adquieren brillos sorprendentes con los últimos rayos del sol.
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Otras, como el Castillo de Retamar, contrastan en el horizonte.
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Igual le ocurre al Castillete del Pozo de San Teodoro, o la Iglesia de San Sebastián…
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.. y al Castillete del Pozo de San Joaquín.
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Si levantamos la mirada, en lo más alto y orientada al Este, se dibuja la Ermita de la Virgen del Castillo.
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Un punto estratégico desde donde, en tiempos árabes, se controlaba el paso desde Castilla hacia los Reinos Andalusíes.
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Volviendo poco a poco con la mirada, somos testigos de como nuestro alrededor se va sumiendo en ese letargo corto pero intenso que acompaña al atardecer.
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Incluso los árboles parecen dormitar como le ocurre a este de la Barriada del Cristo.
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O a esta palmera vecina del Museo-Hospital de Mineros de San Rafael.
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Finalmente el cielo se adorna con nuevos matices…
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… hasta llegar a extinguirse en la oscuridad nocturna.
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Hasta pronto, saludos.
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La Fuente de Dos Caños, Chillón.
Almadén desde el Castillo de Retamar.
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