El Palacio Real y Fortaleza de su Majestad, popularmente conocido como la Torre de Londres, ha tenido muchos usos a lo largo de su historia, historia que comenzó en el siglo XI cuando Guillermo el Conquistador ordenó su construcción.
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Ha llegado a ser residencia real, prisión, cuartel militar, arsenal e incluso zoológico aunque la historia nos la recuerda más por las numerosas muertes que se han producido dentro de sus muros.
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Pero vayamos por partes, el rey Guillermo no era querido por su pueblo, por lo que construyó la Torre Blanca con el fin lógico de protegerse de sus enemigos y con el menos lógico de protegerse de su propio pueblo.
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Aunque Guillermo no vio terminada la Torre Blanca, sus sucesores la terminaron y la utilizaron con frecuencia para el fin que la construyó su predecesor debido a la inseguridad política existente.
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Cuando el rey Ricardo Corazón de León marchó a las Cruzadas, el canciller y obispo Longchamp realizó una de las primeras reformas en la Torre.

En este foso, ahora verde, se monta una pista de patinaje en invierno
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Más tarde el rey Enrique III construyó una muralla, el foso y más torres, entre ellas la de Wakefield, la de Lanthorn y la de Beauchamp.
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En el siglo XIII, bajo el reinado de Juan I, parece ser que la colección de fieras que Enrique I tenía en Woodstock fue llevado a la Torre, la fecha inicial no es segura pero sí se sabe que esta colección de fieras permaneció aquí hasta 1828 cuando los animales fueron trasladados al zoológico de la Londres.

Estas esculturas «Los leones negros”, fueron creados para celebrar la historia de la Casa de Fieras que existió en la Torre.
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Tras esta curiosidad sigamos con otra parte de la historia. Después de numerosas mejoras, la fortaleza de la Torre parecía inexpugnable pero cuando el pueblo se une no sirven las murallas ¿A qué viene ésto? Os cuento, el pueblo estaba mortificado tras la Guerra de los Cien Años y la peste, por lo que la subida de ciertos impuestos provocaron una gran revuelta que acabó con la toma de la Torre y la muerte del tesorero real y el arzobispo de Canterbury.

Torre Media (Middle Tower)
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Pero la monarquía volvió y en el siglo XVI Enrique VIII construyó lujosas estancias en La Torre para su esposa Ana Bolena, sin embargo 3 años más tarde la mandó decapitar, igualmente mandó ajusticiar a su quinta esposa Catalina y a su canciller Tomás Moro pero la lista no acabó aquí, a ellos se sumaron el obispo Rochester y el poeta luterano Anne Askew entre otros muchos.
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En los reinados siguientes se continuó utilizando La Torre como vivienda y al mismo tiempo como cárcel ya que fue habitual el encierro y en varios casos la muerte de componentes de las diferentes ramas monárquicas, de políticos y de religiosos.
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A mediados del siglo XVII, después de varios años de guerra civil, la Torre de Londres pasó a depender del Parlamento, convirtiéndose en cuartel. La monarquía volvió tan solo una década más tarde pero la Torre de Londres siguió haciendo funciones militares, dejando de ser residencia real.
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Con el tiempo las ejecuciones en la Torre de Londres fueron disminuyendo y aunque sirvió alguna vez más como cárcel, por ejemplo, durante las dos Guerras Mundiales, la Torre de Londres pasó a convertirse en una atracción turística cuyo mantenimiento está a cargo de la institución benéfica Reales Palacios Históricos (Historic Royal Palaces).

Edificio donde se guardan las reliquias de la Torre (All Hallows by the Tower)
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No podemos olvidar sus alrededores donde se mezclan edificios antiguos con otros modernistas en los que destacan el hormigón y el cristal. Por ejemplo, en la Calle Mary Axe vemos el conocido popularmente como The Gherkin, traducido literalmente sería «El Pepinillo» que vemos al lado del Four Seasons Hotel, otros de ladrillo rojo y blanco en la calles Stamford y algunos más, donde destaca la transparencia del cristal, en la calle Lower Thames.
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Saludos y hasta pronto.
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Canary Wharf iluminado en la noche londinense.
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