Salimos de la explanada que hay un poco antes de llegar al Aula de la Naturaleza las Contadoras en el Parque Natural Montes de Málaga y en cuanto dejamos el coche y entramos en el sendero, las mariposas nos dieron la bienvenida.
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En esta fechas, en las que el verano estaba dando paso al otoño, no esperaba ver muchos «duendes» de la naturaleza pero varias especies de mariposas se cruzaron en nuestra ruta, una de ellas fue esta mariposa del madroño y la mariposa macaón que hemos visto en la fotografía anterior.
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Otras fueron la pequeña ajedrezada serrana con sólo 2 cm. de envergadura.
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La pandora…
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… la vanesa de los cardos.
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Vimos otras especies como la mariposa blanca de la col, la colibrí o la arlequín pero ahora os muestro este bonito díptero, la mosca de las flores, de la que vimos varios ejemplares durante la ruta.
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Al lado del sendero, entre los claroscuros del bosque de pinos, brillaban las telarañas de la araña de embudo o de laberinto.
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A nuestro paso iban saltando dos tipos de saltamontes, los de alas rojas y los de alas azules que como es fácil deducir reciben estos nombre por el color de sus alas interiores ya que las exteriores les sirven para camuflarse con el terreno.
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Abejorros bombus también vimos varios.
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Lo más curioso, entre los insectos, fue este escarabajo pelotero, nunca había visto ninguno en pleno «trabajo».
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Entre pinos, madroños, encinas, alcornoques e hinojos, llegamos al Ecomuseo Lagar de Torrijos.
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Aquí podemos ver toda la maquinaria y numerosas herramientas antiguas, repartidas entre las diferentes estancias, a mi me llamó la atención el patio.
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Además de los geranios, había rayitos de sol, azucenas rosas, romero en flor y otras.
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Tras reponer fuerzas y dar una vuelta por los alrededores donde hay dispuestos bancos y mesas de madera, parrillas para barbacoas y zonas de acampada, continuamos el camino bordeando el arroyo para llegar de nuevo al coche.
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Pudimos comprobar que las frutas y bayas habían sustituido a las flores, vimos granadas, nueces, higos, zarzamoras, madroños, escaramujos y otras bayas.
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La única flor solitaria que vimos fue esta malva silvestre con la que me despido.
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Salud y hasta pronto.
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Hola Antonio,
Bonitos colores de la fauna y la flora.
Lo que se pierde uno si no mira para abajo…Claro, como yo siemrpe voy mirando hacia arriba je,je
Un abrazo,
Rafa
Comentarios por Rafa — 29 octubre, 2018 @ 14:11