MICRO-RELATO FOTOGRÁFICO.
Desde el mirador contemplaba como el mar y la noche se hacían uno.
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La noche coqueta y provocadora se vestía con transparencias de puesta de sol.
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Para poco a poco, muy despacio, dejar ver su cuerpo misterioso y oscuro.
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Fue entonces cuando, como aparecida de la nada, volví a verla.
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Su figura distinguida y seductora como la misma noche se dibujó delante de mis ojos.
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Corrí atraído hacia ella, lo mismo que una polilla es atraída por la luz pero una vez más su cuerpo se disolvió en la nada.
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La busqué en la oscuridad de la noche pero allí no estaba.
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La busqué entre los colores del cielo, allí no la encontré.
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La busqué entre las olas del mar pero no, no la encontré, una vez más mi duende se desvaneció, sin embargo yo notaba su alma acurrucada junto a la mía.
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Salud y hasta siempre.
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