En pleno centro de la capital malagueña, rodeado de lugares emblemáticos, se sitúa el parque urbano de la Alameda o parque de Málaga.
Edificios como el Palacio de la Aduana, la Sede del Banco de España o el mismo Ayuntamiento son sus vecinos por el norte, el puerto por el sur, la plaza del General Torrijos por el este y la plaza de la Marina por el oeste.
Estos jardines construidos sobre terrenos ganados al mar a finales del s. XIX, contienen gran número de plantas subtropicales, lo que hace de él uno de los más importantes de Europa en cuanto a flora exótica se refiere.
Entre el gran número de plantas podemos ver diferentes variedades de hibiscos. Como curiosidad sepamos que hibisco viene del griego ibískos que significa con forma de malva.
El árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica) es otra de las especies con las que cuenta el parque, en este pequeño montaje vemos sus flores junto a unas enormes hojas de palmera.
Como estaba diciendo, se ganaron 150 m. al mar con motivo de la obra de mejora del puerto, obra que se realizó bajo la iniciativa del político malagueño Antonio Cánovas del Castillo, siendo sobre estos terrenos y con la participación del Marqués de Larios y otros importantes arquitectos, entre los que destacó Joaquín de Rucoba, donde se diseña el trazado del parque allá por 1899.
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Dentro del parque, además de las innumerables plantas, existen muchos rincones llenos de encanto. Uno de ellos es la placita que preside la fuente de la Ninfa del Cántaro, popularmente conocida como «la Muñeca», se trata de una escultura de bronce sobre pedestal de piedra y azulejo sevillano.
En una placita próxima y semejante tenemos otra ninfa, la Ninfa de la Caracola.
Una fuente más es la de los Amorcillos, recibe este nombre por el relieve en barro cocido realizado en 1967 por Juan Ruiz de Luna.
Este relieve ocupa un lugar destacado en un estanque situado en la parte sur, muy cerca del Paseo de los Curas, paseo que separa el parque del puerto.
En otra glorieta vemos el monumento al Fiestero, el fiestero es el nombre que recibe uno de los componentes de las pandas de verdiales. (Los verdiales es un género musical autóctono de algunas comarcas malagueñas como Los Montes o La Axarquía).
Entrando al parque desde la plaza de la Marina nos encontramos con el obelisco en homenaje al poeta y periodista malagueño Salvador de Rueda.
En ocasiones los jardines de la Alameda acogen algún tipo de espectáculos, para ello cuenta con este escenario situado en la parte central del parque.
Comencé el reportaje en este precioso estanque circular y con él me despido, os dejo dos instantáneas de este labrador que salía así de fresco después de lanzarse al agua sin pensarlo dos veces para aliviarse del calor.
Saludos y hasta pronto.
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Málaga, capital de la Costa del Sol.
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