RELATO-FICCIÓN.
Como otras mañanas me dirigí al P. N. Montes de Málaga para hacer una de mis rutas de senderismo, iba sin prisa, más que ejercicio físico pensaba hacer ejercicio psíquico, o sea, que iba a relajarme.
Apenas hube caminado un par de kilómetros, tal vez tres, no recuerdo bien, me senté debajo de un pino desde donde se veía brillar el mar, el Mediterráneo.
Como por arte de magia, de la nada, apareció mi amigo Jant el mejicano, bueno él es malagueño pero vive en Méjico hace muchos años, venía con su familia. Jant me dijo: «Vamos de paseo por Málaga». Y sin tener tiempo de responder, a velocidad de vértigo, pasamos por la avenida Santiago Ramón y Cajal…
… para seguidamente elevarnos sobre Gibralfaro, sí fue sobre Gibralfaro porque aun está grabada en mi mente la imagen del mirador y…
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… la del crucero que desde lo alto se veía amarrado en el puerto mientras era vigilado por la Farola.
Desde allí arriba descendimos hasta la estatua del Cenachero que hay frente a la entrada del mismo puerto.
Levanté la cabeza y vi que efectivamente estaba en la Plaza de la Marina, aquellos edificios me lo confirmaban.
Con la intención de asegurarme, pasé junto a uno de los parterres llenos de hermosas florecillas rojas que se conocen como alegrías de la casa…
… y volví a mirar los edificios más de cerca.
Tras contemplarlos un momento y como si nos desplazáramos sobre una cinta transportadora, vi frente de mi la Alcazaba…
… el Ayuntamiento…
… y los Jardines de Puerta Oscura.
Para terminar junto a los coches de caballos que hay al lado de «la Manquita«.
Sí, sí la Manquita, la Catedral malagueña.
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Aquí voy a parar mi relato, ya sabéis que no me gusta ser muy pesado pero mañana continuaré con una II parte. Bueno si no puedes esperar sólo tienes que«pinchar aquí».
Podéis dejar vuestras impresiones en COMENTARIOS, me gustará leerlas.
Para ver estos otros reportajes, sólo tienes que «pinchar» sobre el título:
Parque de la Paloma, Benalmádena.
Parque del Oeste, Málaga parte I y Parte II.
Puerto de Málaga, Parte I y Parte II.
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Muy bonito trabajo. Acá las alegrías de la casa se llaman besitos. Abrazos
Comentarios por Blanca Rita Arango — 28 abril, 2015 @ 23:17