La entrevista no era de las más convencionales, se trataba de conocer las impresiones de unos asnos sobre los aconteceres de la vida. Me puse mi mejor traje y me dirigí hacia el lugar donde habíamos quedado. No era un estudio, no era una vivienda, ni tan siquiera una cafetería, el lugar de la cita era una pequeña parcela con chumberas y abundante hierba que ya amarilleaba, dado que el verano estaba en pleno apogeo.
Al llegar encontré un joven asno que estaba en compañía de su madre y que me miró con cara de asombro, al verme con aquellas ropas que desentonaban totalmente en aquel paraje.
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Buenos días Señor Asno – dije al estar frente a él – ¿Todo bien por aquí?
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Buen día caballero – respondió cortésmente – usted debe de ser el periodista ¿verdad? Perdone un momento que aviso a mi madre.
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– Mamá, mamá, haz el favor de acercarte que ha llegado el señor de la entrevista.
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¡Voy cariño! – gritó la madre desde lejos.
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Al llegar a donde nos encontrábamos me miró con esos ojos dóciles y a la vez llenos de experiencia para añadir – Es un honor para nuestra raza que se preocupen por nuestra opinión.
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– Todo un placer, señora, si le parece bien comenzamos sin más dilación. ¿Qué piensa usted del futuro del país?
– El país guarda una gran semejanza con lo que nos ha ocurrido a nosotros los asnos, antes teníamos mucho trabajo y no faltaba una noria donde dar vueltas, una carga de leña que transportar e incluso un viaje al pueblo para llevar a nuestro antiguo amo para hacer algunas cuestiones. Pero todo ha cambiado, ¡y de qué manera!
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– Pero según veo no le falta comida ni un lugar donde pasar la noche.
– Bueno, antes estábamos en una protectora donde nos habían recogido después de ser abandonados por nuestro amo al que ya no le hacíamos falta y ahora estamos aquí tras habernos recogido Ezequiel, nuestro nuevo amo, pero nos pasamos el día sin hacer nada, contemplando como pasa la vida, como se llega la muerte, tan callando. ¡Ay, perdona hijo que me he dejado llevar por las palabras del poeta!
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– Y tú joven ¿qué perspectivas tienes?
– Lo cierto es que ninguna, a pesar de tener diferentes experiencias de trabajo. He sido actor por eso del parecido a Platero, sí, sí el de Platero y yo, también he paseado a niños en algunas casas rurales, he ayudado en la huerta, en fin que tengo un curriculum aceptable, pero ahora aquí me tiene, mantenido por mi madre como un pollino recién nacido.
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-Anda, anda, estate quieto zalamero. Es muy cariñoso y yo me encuentro muy a gusto con él – dijo la madre – pero la verdad es que es una pena que en plena juventud tenga que estar conmigo en lugar de poder vivir su propia vida y formar una familia.
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– Pero no te avergüences hijo que tú no tienes la culpa, eres un currante y el devenir del país lo llevan otros burros con más poder que nosotros.
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Muchas gracias a los dos y mis mejores deseos – le dije deseando dar término a la entrevista. Tras lo que regresé a la redacción del periódico con la orejas gachas y la moral maltrecha por pertenecer a la misma especie que esos burros que dirigen el país.
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¿Ruinas o esculturas del tiempo?
Érase una vez… (parte I) y Parte II.
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Eres un poeta de la fotografía. Excelente trabajo
Comentario por Rafael — 19 enero, 2014 @ 15:34
Genial Don Antonio.Como la vida misma. Un beso .Encarni
Comentario por encarni — 19 enero, 2014 @ 16:36
Magnifico relato sacado del dia que nos ocupa en los momentos que vivimos y muy bien ilustrado con esas bellas fotografias.
.(Cualqueir parecido con la realidad es pura coincidencia jeje)..
saludos
Comentario por maril — 20 enero, 2014 @ 19:26
Ciertamente, en este país, los burros de 4 patas tienen poco futuro. Otro gallo les cantara si sólo tuvieran 2…
Enhorabuena, Antonio!
Comentario por Herminio L.A. — 21 enero, 2014 @ 16:55
Donkeys are so sweet, but there are not many around here..
Comentario por bentehaarstad — 21 enero, 2014 @ 22:35
Que bueno, fotografías acompañadas de una historia original. Un saludo!
Comentario por Juan — 29 enero, 2014 @ 1:59
enhorabuena por tan buen reportaje ni don Miguel de Unamuno, o Miguel de Cervantes lo hubiera retratado mejor.
Comentario por Manuel — 30 enero, 2014 @ 16:31
Muy bello, m e encanta la conversación, la puedo aplicar a mi pais en este momento Abrazos.
Comentario por Blanca Rita Arango — 3 noviembre, 2015 @ 22:42